“¿Qué puedo hacer para minimizar los efectos tóxicos de los contaminantes ambientales?”
Recibo esta pregunta a menudo. Creo que la respuesta tiene por lo menos dos partes:
- ¿Qué podemos hacer para protegernos a nosotros mismos, a nuestras familias y a nuestros amigos?; y
- ¿Qué podemos hacer para proteger a los demás? A nuestras comunidades, a otros en nuestro país, incluso a otros en otros países.
Yo creo que ambas son importantes. La respuesta a la primera pregunta es más fácil, al menos para aquellos que tienen los recursos, porque implica elecciones de estilo de vida, como qué tipo de alimentos compramos. Sin embargo, las elecciones de estilo de vida ayudan poco a los demás, y creo que también deberíamos tomar decisiones que protejan a los demás. Estas elecciones implican intentar influir en la política electoral y la política regulatoria y, por lo tanto, también pueden ayudar a otras personas. Los he separado a continuación (también tenga en cuenta que nuestros colegas del Centro de Investigación Superfund de Duke proporcionan más información relacionada con algunos de estos temas).
¿Qué puedo hacer para proteger a otras personas y otras especies?
Muchas personas, y todas las demás especies, carecen de los recursos para tomar decisiones de estilo de vida como las que se enumeran a continuación. A menudo, las minorías y las personas con menos recursos tienen niveles más altos de exposición a químicos tóxicos, y carecen de los medios y el acceso a la atención médica para protegerse y tratarse a sí mismos. Esto a menudo se debe a factores que las personas no pueden controlar, como dónde pueden vivir y qué pueden permitirse comer. Temas como estos entran en la categoría de la justicia ambiental, y la única forma de brindarles protección es abogar por políticas que los protejan ampliamente. Así que, por favor, trabaje con sus representantes políticos y grupos de defensa para:
Apoyar las leyes de protección ambiental, como la Ley de Aire Limpio, la Ley de Agua Limpia, la Ley de Control de Sustancias Tóxicas (TSCA), etc. Aunque imperfectas, estas leyes han llevado a grandes mejoras en la calidad del aire y del agua en los EE.UU. A veces es fácil olvidar que estas leyes son importantes, precisamente *porque* han tenido bastante éxito: las reducciones en la contaminación visible del aire y del agua (¡los ríos ya no se incendian en los Estados Unidos!) hacen que sea fácil olvidar que esas leyes siguen siendo importantes para que podamos seguir disfrutando de aire y agua limpios. Por ejemplo, TSCA se reformó recientemente, como lo describe aquí el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
Abogar por políticas y leyes mejoradas donde sea necesario. Si bien nuestro medio ambiente es mucho más limpio de lo que solía ser, todavía está mucho menos limpio de lo que podría ser. Esto tiene como resultado costos económicos y de salud para las personas, así como para otras especies, donde la contaminación ha resultado en la pérdida de poblaciones e incluso especies enteras. Por ejemplo, como se informó recientemente en The Lancet, el 16% de las muertes mundiales son el resultado de la contaminación. Si bien hay muchas cosas que dañan la vida silvestre y hacen que las especies se extingan (al igual que hay muchos factores que afectan la salud humana), la contaminación es un factor importante en algunos casos. Por ejemplo, la recuperación del cóndor de California, especie que casi está extinta, se ha vuelto mucho más difícil debido al envenenamiento por plomo.
Promover buen reportaje de noticias, y el involucramiento público sobre ciencias y políticas ambientales. Algunas organizaciones que hacen un buen trabajo en esta área son Science Debate, el Nicholas Institute for Environmental Policy Solutions, Environmental Health News. Duke SciPol recopila oportunidades para participar en los próximos períodos de comentarios públicos sobre temas ambientales. (Nota: seguramente hay muchos otros; si conoce un buen grupo en esta u otras categorías, ¡hágamelo saber!)
¡Apoye la investigación científica en curso! Una buena política se basa en una buena ciencia, y todavía hay *mucho* por aprender. Siga abogando por la financiación para dicha investigación de los Institutos Nacionales de Salud, la Agencia de Protección Ambiental, el Departamento de Defensa, y otros. También existen excelentes organizaciones privadas como la United Mitochondrial Disease Foundation, the American Association for Cancer Research, the Michael J. Fox Foundation for Parkinson’s Research y muchas otras (una oportunidad adicional es instar a estas organizaciones a que consideren financiar la investigación para la prevención; muchos, por razones muy comprensibles, están muy centrados en financiar la investigación de terapias o curas).
¿Qué puedo hacer para protegerme y proteger a mi familia?
La respuesta depende en cierta medida del lugar donde vive. Por ejemplo, las personas que viven en las grandes ciudades de China a menudo compran purificadores de aire interior para protegerse de la contaminación del aire; esto es menos importante en los Estados Unidos, porque la Ley de Aire Limpio nos brinda protección efectiva a la mayoría. Aquí, porque sé más sobre los Estados Unidos, estoy brindando consejos a las personas que viven en los Estados Unidos. En general, la mayoría de nuestras exposiciones resultan del aire contaminado que respiramos, el agua que bebemos o los alimentos que comemos. Aquí hay algunas sugerencias para minimizar las exposiciones a través de esas y otras rutas:
Reducir la exposición a la contaminación del aire exterior. La mayor parte del aire en los EE UU es razonablemente limpio, pero algunas ciudades grandes y regiones específicas sufren de aire de menor calidad. La calidad del aire suele variar según la temporada y la hora del día; grupos que incluyen la EPA y a veces, el gobierno y las organizaciones locales monitorean e informan sobre la calidad del aire, por ejemplo: https://www.airnow.gov/index.cfm?action=aqibasics.aqi. Este sitio web tiene más información sobre cómo interpretar la información sobre la calidad del aire y qué puede hacer cuando la calidad del aire es mala. En la aplicación iPhone Weather, el índice de calidad del aire (“Air Quality Index”) y el nivel de calidad del aire (“Air Quality Level”) se muestran en la parte inferior de la pantalla.
Reducir la exposición a contaminantes interiores. La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo en nuestros hogares. Mis colegas del Centro de Exposómica Ambiental de Duke han creado un sitio web que proporciona información sobre materiales y productos que pueden afectar su exposición a sustancias químicas potencialmente dañinas en su hogar, y lo que puede hacer.
Reducir la exposición a contaminantes transmitidos por el agua. La mayor parte del agua potable municipal está regulada y es bastante limpia, con algunas excepciones muy desafortunadas (como se hizo famoso recientemente en el caso de Flint, Michigan). A veces, sin embargo, aparecen nuevos contaminantes que no habían sido evaluados o regulados previamente, como cuando se descubrieron sustancias químicas llamadas “PFAS” en el agua potable en Carolina del Norte (y en otros lugares). Algunas de las agencias de agua locales analizarán muestras de agua de su grifo para detectar una cantidad limitada de contaminantes, como el plomo, de forma gratuita. Para pruebas más extensas, o si usa agua de pozo propio (pruebas de pozos propios no son requeridas por ninguna ley), deberá pagar a un laboratorio analítico. Si su agua no está tan limpia como le gustaría, puede usar una variedad de dispositivos de purificación de agua, como jarras con filtros (por ejemplo, los filtros de jarra Brita son bastante económicos y bastante efectivos removiendo muchos contaminantes), filtros debajo del fregadero, ósmosis reversa (generalmente el método más eficaz), etc. (las más efectivas son las más caras, por supuesto, y se requiere mantenimiento, ¡otra razón por la que tiene sentido garantizar una buena calidad del agua para todos en el nivel de la fuente municipal!).
Reducir la exposición a contaminantes transmitidos por los alimentos. Existe un gran debate sobre la importancia de comer alimentos certificados como orgánicos, en la parte baja de la cadena alimentaria (por ejemplo, el pescado en la parte superior de la cadena alimentaria a menudo contiene altos niveles de sustancias químicas tóxicas como el metilmercurio, por lo que es mejor consumir pescado que ocupe un lugar más bajo en la cadena alimenticia, como el camarón o las sardinas, y evitar especies que están en lo alto como el atún; aquí hay una buena guía), etc. Hay muchas consideraciones: qué es lo más saludable para usted; qué es lo más saludable para el medio ambiente con respecto a la reducción del uso de pesticidas, fertilizantes, agua, uso de la tierra, o combustibles fósiles; qué es más saludable con respecto a la exposición de los trabajadores agrícolas; qué es lo más ético en términos de cría de animales y protección de la biodiversidad; etc. Centrándonos aquí en su exposición individual a contaminantes, la pregunta es cuánto enfatizar los productos orgánicos. Primero y, sobre todo, no permita que esta preocupación reduzca la cantidad de frutas y especialmente verduras que come; la mayoría de nosotros no comemos suficientes verduras y los beneficios para la salud de una dieta rica en plantas son, en la mayoría de los casos, probablemente mayores que el riesgo de exposición a los pesticidas. Sin embargo, si puede permitirse el lujo de comer productos orgánicos, tiene sentido hacerlo, tanto porque hay mucha incertidumbre sobre los efectos en la salud de los bajos niveles de exposición a pesticidas (especialmente para fetos, bebés y niños pequeños) como porque las pruebas de residuos de plaguicidas en los alimentos son muy limitadas. Además, puede optar por comprar orgánicos solo o especialmente los tipos de productos que normalmente tienen niveles más altos de pesticidas; una lista de estos (así como productos típicamente bajos en pesticidas) se puede encontrar aquí. Si no es posible comer solo productos orgánicos, lavar las frutas y verduras con agua ayudará a reducir la exposición a los pesticidas. También puede usar una esponja o un estropajo para lavar los productos, lo que ayuda a eliminar más pesticidas.
Reducir la exposición a otros contaminantes. Existe una variedad de otras fuentes potenciales de exposición importante a sustancias tóxicas. Por ejemplo, las casas viejas suelen tener pintura que contiene plomo, un riesgo particular para los niños pequeños; hay varias formas de abordar este problema. Los productos de limpieza del hogar se pueden usar de manera más segura o se pueden reemplazar con productos menos tóxicos. Los pesticidas para interiores y exteriores deben usarse con cuidado. Como es el caso para muchos otros productos, el Environmental Working Group tiene amplia información sobre productos para el cuidado personal.
Productos para bebés. Los niños pequeños son particularmente vulnerables a la exposición a sustancias químicas. Considere minimizar el uso de artículos de plástico, asegúrese de lavar la ropa antes de usarla, y tenga cuidado de que cualquier artículo pintado esté pintado con pintura no tóxica. Hay información sobre cómo reducir la exposición de los niños aquí y aquí.
Reducir las exposiciones ocupacionales. Las exposiciones ocupacionales ocurren cuando las personas trabajan con, o cerca del uso de, químicos tóxicos. Ejemplos bien conocidos de estos son los agricultores y las personas que trabajan con productos agrícolas, debido al uso intensivo de pesticidas. Una forma importante de protegerse contra las exposiciones ocupacionales es usar equipo de protección personal. Otros ejemplos de exposiciones ocupacionales ocurren en las plantas de manufactura, donde frecuentemente se utilizan muchos productos químicos en la fabricación de productos, y en lugares como los salones de manicura, donde se usan muchos productos químicos y pinturas. Los trabajos de construcción y pintura también aumentan la exposición a productos que pueden ser tóxicos. Es importante poder reconocer a qué está expuesto diariamente para que pueda estar al tanto de cualquier condición médica que pueda surgir. El gobierno de los EEUU ofrece recursos e información sobre exposiciones ocupacionales aquí. Las personas que no experimentan exposiciones ocupacionales aún pueden ayudar con estos problemas educando a las personas que conocen sobre cómo protegerse y votando por regulaciones que ayudarán a mantener seguros a los trabajadores.
Tenga cuidado con los productos botánicos, los suplementos a base de hierbas, los “nutracéuticos” y los “suplementos para la salud”. Muchos productos químicos producidos por plantas y otras especies son bastante tóxicos, aunque son “naturales” (no fabricados por humanos). Como se describe en detalle en el libro A Natural Mistake (del toxicólogo James MacGregor), estos son generalmente muy mal/poco evaluados en cuanto a toxicidad, y casi no están regulados. Esto no significa que todos estos productos sean malos, solo significa que es difícil saberlo.
Lea las noticias de manera crítica y pensativa. Existe una gran cantidad de desinformación en los medios. Pueden hacernos descartar importantes riesgos medioambientales, pero también pueden promover la histeria sobre riesgos que en realidad son pequeños. La “alfabetización sobre los medios de comunicación” es la capacidad de identificar diferentes tipos de medios, determinar su confiabilidad, y comprender los mensajes que envían. También es la capacidad de pensar críticamente sobre diferentes tipos de medios y reconocer los medios que contienen información errónea. Un “buen reportaje” incluye noticias y reportes que se han validado para garantizar su precisión. Difundir artículos/memes que no contienen información creíble puede ser bastante peligroso si otras personas comienzan a creer en su contenido. A menudo, estos ejemplos de “malos informes” inducen a las personas a creer cosas que no son ciertas. Snopes.com es un lugar para verificar la veracidad de las afirmaciones. Aquí hay un análisis interesante del grado en que varias fuentes noticiosas son noticias verídicas versus análisis, versus opinión o verdades a medias, verdades amañadas, o engaños. Aquí hay una historia sobre el uso de las redes sociales para llevarnos a ser lo peor de nosotros mismos con información errónea inteligente.
¡Más!
- La página de Salud Ambiental de la Asociación Estadounidense de Salud Pública tiene una sección sobre la prevención de la exposición peligrosa a sustancias químicas.
- Si está interesado en formas de comprender las posibles fuentes de contaminación y los impactos en la salud, pruebe el mapa “Limpiezas en mi comunidad” de la EPA, la Herramienta de pantalla de Justicia Ambiental de la EPA ó el mapa de nuestro Centro Superfund de Duke.
- El Instituto Silent Spring tiene una aplicación Detox Me (informada por los beneficiarios del Programa de Investigación Superfund) que puede resultarle útil: https://wwww.silentspring.org/detoxmeactionkit/
- Buenas fuentes adicionales de informes científicos ambientales, sin jerga, incluyen Scientific American, The Economist, Mother Jones y The Story of Stuff: https://storyofstuff.org/campaigns/
- Grupos de defensa ambiental adicionales con un enfoque en la exposición a contaminantes:
- Earthjustice: https://earthjustice.org/healthy-communities/toxic-chemicals
- Centro de acción de tóxicos: https://toxicsaction.org/
- Fondo de defensa ambiental: https://www.edf.org/health
- Greenpeace: https://www.greenpeace.org/archive-eu-unit/en/campaigns/chemicals/